El neuromarketing se ha convertido en una herramienta poderosa para empresas y en este caso, también se utiliza para mejorar la experiencia gastronómica en restaurantes con estrellas Michelín. Un estudio realizado por Kiko Moya y Alberto Redrado del restaurante L’Escaleta, junto con Lucía Rodríguez de Beating Brain y David Juárez de la Universidad Politécnica de Valencia, ha clasificado las emociones de los comensales ante un menú de alta cocina utilizando técnicas de neuromarketing.
A través de herramientas como el seguimiento ocular, la respuesta galvánica de la piel y la actividad cerebral, se midieron las sensaciones de los clientes plato a plato. Estos datos permitieron ajustar el menú en tiempo real para proporcionar las pausas necesarias y evitar la saturación, logrando que la experiencia sea más memorable. Se descubrió que ciertos cambios en los detalles del menú pueden hacer que la experiencia sea diferente y resaltar contrastes más significativos.
El objetivo de este estudio fue ampliar el análisis más allá de las características del menú y considerar el contexto y el servicio en general. Los resultados revelaron que alterar el orden de los platos puede influir en las valoraciones más positivas de los comensales, y que la atención de las personas disminuye después de cierto tiempo durante el transcurso del menú.
El neuromarketing proporciona información empírica que, combinada con el talento y la creatividad de los profesionales adecuados, garantiza un mayor éxito en la industria gastronómica. Si deseas obtener más información sobre esta aplicación del neuromarketing en la experiencia gastronómica, te invito a leer el artículo completo en el siguiente enlace: Leer más
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